Catedral de València: una joya valenciana

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Foto: https://image.arrivalguides.com/

En 1236, Jaime I de Aragón y su reina, Yolanda de Courtenay, encargaron a tres arquitectos que trazaran los planos de "una nueva iglesia que superara en belleza y majestuosidad a cualquier otra iglesia que conociéramos".

El diseño resultante fue la que hoy conocemos como Catedral de València, también llamada Catedral de Santa María, que fue fundada en 1262 y consagrada en 1362. Situada en la Plaza de la Virgen, muy cerca de la Plaza del Ayuntamiento, en el corazón de la ciudad, se erige como un majestuoso símbolo de la historia religiosa y arquitectónica.

La fachada es una de las más bellas de España y Europa, una impresionante mezcla de estilos que van desde su predominante gótico, hasta el barroco y románico, que cuenta con tres portales: dos grandes a cada lado y uno más pequeño en la parte superior central, que se abre al interior a través de una hermosa galería. Tres cuerpos, con dos torres que se elevan hasta 92 metros de altura.

Los muros de la catedral se fortificaron con contrafuertes puntiagudos; en su interior hay un centenar de esculturas que representan escenas de las epopeyas religiosas más importantes de la cristiandad. Posee lo que afirma ser el verdadero Grial, una copa de piedra ricamente decorada que data del siglo I d.C. En el interior hay también varias tumbas de obispos y arzobispos de siglos anteriores. Alberga obras de artistas como Bartolomé Bermejo y Juan de Juanes.

Otra de las joyas que podemos encontrar son los recientemente descubiertos cuadros de Goya y dos obras sobre la vida de Francisco de Borja, duque de Gandia. Han pasado nueve años desde que comenzó el proyecto de excavación, pues se encontraban a tres metros de profundidad bajo la catedral. Los dos lienzos, San Francisco de Borja y el moribundo impenitente, están expuestos en la antesala del Museo de la Catedral.

La catedral tiene varias capillas que yacen separadas por altas columnas corintias con elaborados capiteles, que sostienen arcos apuntados que cubren la nave. Una de estas capillas está dedicada a San Vicente Mártir, patrón de València. Fue martirizado durante la persecución de los cristianos por el emperador romano Diocleciano. La historia de San Vicente, conocido por su valentía y su fe en Dios, ha sido una fuente de inspiración para los valencianos durante siglos. Cada 22 de enero, la ciudad celebra su fiesta en honor a San Vicente Mártir, con desfiles, procesiones y otros actos religiosos y culturales.

El Micalet es un símbolo representativo de la ciudad de València, subiendo sus 207 escalones, se puede disfrutar de unas maravillosas vistas. Esta torre, a causa de la complejidad de su construcción y el tiempo que se tardó en terminarla, pasó por las manos de diferentes arquitectos, siendo hoy en día uno de los monumentos más distinguidos de la ciudad. Mide unos 55 metros de altura y cuenta con cinco niveles y una bóveda decorada con relieves góticos. El Micalet es famoso por sus campanas, que se tocan a diario para marcar las horas y también en ocasiones especiales.

La Catedral de València es la principal de la archidiócesis de la ciudad y sede de su arzobispado. Su historia es extensa y compleja, ha sufrido muchas transformaciones a lo largo del tiempo. Es un testimonio del legado del pueblo valenciano y se ha convertido en un símbolo de su fuerza, fe y resistencia.

Un lugar de belleza, grandeza e historia, que ofrece a los visitantes una experiencia única. La catedral es una visita obligada cuando se explora la ciudad y sus alrededores, su esplendor seguramente dejará una impresión duradera para cualquiera que desee explorar el rico patrimonio cultural y religioso de Valencia.

DAMARIS VELÁZQUEZ

M. ÁNGELES MENGUAL

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