La Universitat Politècnica de València (UPV) y su comunidad universitaria lamentan la pérdida de la bailarina Alicia Alonso, la última gran diva del ballet, tal y como la describen los críticos de arte. Auténtica leyenda, prima ballerina assoluta y coreógrafa, Alonso destacó internacionalmente por la calidad de sus interpretaciones, que aún hoy siguen siendo una referencia.
Debutó a los 16 años interpretando La Bella Durmiente de Tchaikovsky, y solo dos años después, se mudó a Nueva York, donde su carrera se consagró y, a la vez, comenzaron sus problemas de vista. Aunque quedó parcialmente ciega, continuó bailando con la ayuda de sus compañeros y de luces en el escenario que le servían de guía.
Doctora honoris causa por la UPV en 1998
Alicia Alonso fue investida doctora honoris causa por la UPV el 6 de mayo de 1998 en reconocimiento a su excepcional trayectoria artística. Fue la segunda mujer, tras Valentina Tereshkova (1991), en recibir esta distinción por parte de la UPV.
En su discurso, Alonso se lamentaba de la paradoja que padece la danza. "Es un arte profundamente amado por los pueblos y, sin embargo, ha sido durante siglos relegado". Alonso repetía de forma elocuente: "No se perdonaría a un intelectual o a un profesional universitario que desconociera quién fue Beethoven, Shakespeare, Goya o Stravinsky, por ejemplo. Pero nadie se escandaliza de que esa misma persona no tenga la menor idea de quién fue Noverre, Fokín o Galina Ulánova".
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