El Consejo Social de la Universitat Politècnica de València (UPV) aprobó en su última sesión, celebrada ayer jueves 22, la propuesta de presupuesto de la institución académica de cara a 2023 que, previamente, había remitido el Consejo de Gobierno y que recoge la cifra de 405.127.631 euros en el apartado de ingresos previstos. Este dato supone una variación porcentual del 9,52% menor con respecto al ejercicio anterior de 2022, en la que se alcanzaron los 447.776.264 euros.
La diferencia de más de 42 millones y medio de euros (42.648.633) entre un ejercicio y otro responde a cuatro factores fundamentales, tal y como apunta el gerente de la UPV, Jesús Marí. “En primer lugar, ya no hay cobro por deuda histórica procedente de la Generalitat Valenciana. La última anualidad fue en 2022 y correspondieron, entonces, 26 millones de euros. Tampoco habrá en el próximo ejercicio ingresos por el cumplimiento de la amortización del plan de inversiones 1995-2001, mediante el cual se ingresaron el año pasado 54 millones de euros”, expuso Marí.
De igual forma, la UPV deberá hacer frente en 2023 a sendos incrementos reflejados en los capítulos 1 y 2 del resumen del presupuesto. Tal y como detalló el gerente, “por una parte, los gastos de personal ascienden a 230 millones de euros, lo que supone una variación de quince millones y medio más con respecto al año anterior. Además, el capítulo de gastos de funcionamientos ordinarios sufre un incremento de un 115% (unos 6 millones de euros), debido al pago de la energía eléctrica y, en particular, de la luz”.
A pesar de la reducción de 42 millones y medio de euros, Marí defendió que “desde la UPV garantizamos el pago de todos los complementos retributivos a la plantilla y garantizamos que no va a haber ningún tipo de recorte en este sentido. Seguimos trabajando con las organizaciones sindicales en favor del mantenimiento del statu quo actual”.
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