La investigación que se presenta aborda la polifacética vida de Anthoni Sanç, caballero de ilustre linaje, músico, canónigo, capellán mayor real y custodio del Santo Cáliz. En las diversas fases de su intensa vida, Sanç estuvo en contacto con los actores más relevantes de su época, quienes marcaron la historia política y religiosa del primer cuarto del siglo XV, y en especial con el Rey Alfonso V de Aragón, con quien mantuvo una estrecha relación, participando activamente en importantes asuntos cuyo perfil se ha podido redibujar gracias a su particular implicación en los mismos. En concreto, su especial misión de custodia ha permitido conocer exactamente donde se guardó durante ciertos años, antes de ser depositado definitivamente en la Catedral de Valencia, el que se puede considerar como el objeto más emblemático de la cristiandad.La polifacética existencia de Anthoni Sanç se ajusta al arquetipo del caballero medieval, ya que en su persona se reunieron el oficio del arte y la religiosidad más acusada, lo que probablemente fue la causa que le hizo merecedor del exclusivo privilegio que disfrutó durante años. El descubrimiento del inventario que a su muerte en 1437 se hizo de sus bienes, ha aportado datos inéditos sobre el valioso contenido y ubicación aproximada de las dos residencias de las que disfrutó, una privada que consistía en una casa de campo situada junto al Palacio del Real de Valencia, provista de jardines y huertos, y la casa canonical, que por ostentar dicha categoría se le había concedido en 1424, en una de cuyas estancias se guardó durante años el Santo Cáliz. Dicho inventario, descubierto en el Archivo de la Catedral de Valencia, revela a la perfección el número de estancias que integraban sus dos residencias, como se relacionaban entre sí y los valiosos objetos, ropajes, ornamentos y obras de arte que se encontraban en cada una de ellas, proporcionando importantes datos, por extensión, acerca de como fueron las casas nobiliarias valencianas en la primera mitad del siglo XV