La experiencia en formación e innovación del Instituto de Ciencias de la Educación, nos permite, en estos momentos, plantear un itinerario formativo constituido por dos programas: PAU y CAyD2, para acompañar, por una parte, a los futuros profesores que están desarrollando su trabajo fundamentalmente investigador, como son los becarios de investigación (FPI y FPU), pero que también se están iniciando en la docencia, y, sobre todo, para dar respuesta al artículo 78 de la LOSU, en el que se establecen que las universidades organizarán un curso de formación docente inicial, con carácter obligatorio, para el profesorado ayudante doctor, cuyas características serán establecidas por las propias universidades, de acuerdo con sus unidades responsables de la formación e innovación docente del profesorado.
El itinerario es coherente con los objetivos del plan de apoyo al desarrollo profesional del profesorado de la UPV, en el que se propone un Marco de Desarrollo Académico Docente (MDAD, REDU, 2018) con siete dimensiones relacionadas con una docencia de calidad, basadas en la investigación, y con una concepción de la profesión docente como actividad profesional compleja que requiere una formación sistemática y de largo recorrido, con el acompañamiento necesario y ajustado a cada etapa.
Por otra parte, no se puede olvidar que en el mismo artículo 78 de la LOSU, se afirma que “transcurridos los tres primeros años del contrato, la universidad realizará una evaluación orientativa del desempeño de las Profesoras y los Profesores Ayudantes Doctores, que podrá encargarse a las agencias de calidad competentes. Esta evaluación tendrá como objetivo valorar el progreso y la calidad de la actividad docente e investigadora y, en su caso, de transferencia e intercambio del conocimiento del profesorado, que deberán conducirle a alcanzar los méritos requeridos para obtener la acreditación necesaria para concursar a una plaza de profesorado permanente una vez finalizado el contrato”.
Esta nueva situación normativa para los ayudantes doctores, y el hecho de que es importante alinear la formación del profesorado con los modelos de evaluación de la docencia (DOCENTIA) para apoyar los procesos de mejora, hace que, aunque el nuevo modelo DOCENTIA UPV no ha entrado en vigor todavía, si bien se encuentra en fase muy avanzada, se haya vinculado también el contenido y orientación del itinerario con los estándares que, probablemente, van a servir para evaluar la calidad de la docencia del profesorado de la UPV.

Arquitectura curricular del itinerario
Desde el punto de vista metodológico, tanto el PAU como el CAyD2 están pensados desde una concepción académica de la docencia (SoTL), es decir, que ayudar a los profesores y profesoras a ser docentes de calidad implica hacerlo desde las características propias que definen a la profesión docente: un buen profesional requiere hacer de su práctica la materia
prima desde la que reflexionar sobre sus acciones, pero esta reflexión no puede ser algo que se quede en el mundo privado, sino que es bueno que lo comparta con otros colegas porque ofrece una herramienta para el cambio y, por último, la profesionalidad también se va a ir observando en productos tangibles que den cuanta de las realizaciones para poder sometidas al debate propio de la profesión.
Así pues, en ambos programas se mantienen elementos formativos comunes que quieren desarrollar estos principios:
- Utilización del portafolio como hilo conductor de la formación y de la reflexión personal en torno a la docencia: este portafolio se inicia en el PAU y se continua en el CAyD2.
- Trabajo en grupos base o comunidades de aprendizaje en los van teniendo retos cada vez rigurosos: desde una pequeña mejora en la actividad docente de la que sean responsables hasta una innovación incipiente en el caso de los ayudantes doctores.
- Incorporación de una de las prácticas que mayor impacto tienen en el desarrollo docente como es la revisión de pares, graduando también en este caso la amplitud del trabajo colaborativo a ayudar y dejarse ayudar por los colegas.
- Mentores vinculados a las áreas de conocimiento de los participantes, puesto que en los momentos iniciales del desarrollo docente existen figuras de referencia que sirven para acompañar a profesores y profesoras en dos procesos muy importantes: la socialización en los lugares en los que desarrollan su trabajo y el referente de cómo se entiende ser docente de una disciplina concreta.