La Conferencia de Decanos y Decanas de las Facultades de Bellas Artes de España muestra su profunda preocupación ante el anteproyecto de Ley aprobado por el Consejo de Ministros el 21 de febrero, que equipara las enseñanzas artísticas a las universitarias. La Conferencia ha emitido un comunicado en el que manifiestan que “no van a tolerar que se traspasen unas líneas rojas que suponen un duro ataque al sistema de calidad”. En este sentido, amenazan con llevar la Ley a los tribunales. “Estamos de acuerdo en que es preciso encontrar un espacio que regule las enseñanzas artísticas superiores, que llevan años reclamando soluciones, pero no vamos a permitir que se produzcan grietas en contra del sistema universitario”.
Según ha afirmado el presidente de la Conferencia y decano de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna, Alfonso Ruiz, “la enseñanza universitaria sólo puede ofrecerse en la universidad y no vamos a admitir bajo ningún concepto que se confundan competencias profesionales con académicas. Además, estaremos pendientes de las consecuencias que el desarrollo de este anteproyecto pueda tener en las salidas profesionales de las personas egresadas”.
En este sentido, Ruiz explica que “las universidades deben pasar procesos de acreditación y verificación de titulaciones y de centros de la ANECA o agencias autonómicas de evaluación que determinan su capacitación y acciones de mejora. No parece que las enseñanzas artísticas superiores y su profesorado vayan a estar sometidos a las mismas exigencias”, por lo que unas y otras “entrarán en competencia y todo ello creará equívocos a la hora de acceder a másteres universitarios y programas de doctorado”.
Asimismo, la Conferencia pone de manifiesto que los estudios universitarios están impartidos principalmente por profesorado doctor y personal investigador que tienen que refrendar su capacidad formativa cada cinco años, y su capacidad investigadora periódicamente, además de estar acreditados por la ANECA o agencias autonómicas equivalentes e insiste en que el alumnado que accede a estudios universitarios ha realizado estudios de bachillerato y debe de superar una prueba de acceso a la universidad.
Además, “los planes de estudios que imparten las universidades se elaboran de manera autónoma, de acuerdo a unos procedimientos de verificación que garantizan su encaje en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y su flexibilidad para ser modificados, y se adaptan a los cambios en las distintas disciplinas”. Tampoco queda claro que esto vaya a ocurrir en los mismos términos en los títulos regulados en el anteproyecto aprobado”, ha concluido.
A estos problemas de “inconsistencia” se añaden, a juicio de Alfonso Ruiz, otros de carácter laboral. “No se han regulado ni definido las consecuencias para el acceso a la carrera docente que tendrá esta ‘equivalencia a grado’, y en algunas comunidades autónomas ya se han producido conflictos que han acabado en los tribunales”.
Por último, destacan que “este problema no se circunscribe únicamente a las titulaciones que se imparten en las Facultades de Bellas Artes. Por afinidad, se verán afectadas las ingenierías en diseño industrial y otras titulaciones del ámbito de la comunicación”. También hay personas egresadas en Bellas Artes implicados en el área de expresión gráfica en la ingeniería, en titulaciones como arquitectura e ingeniería de la edificación. La cuestión, en palabras de Alfonso Ruiz, es si los problemas que actualmente tienen los títulos superiores artísticos “justifican la creación de un conflicto de estas dimensiones con todo el sistema universitario”.
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